lunes, 28 de diciembre de 2015
¿Salvarnos de qué?
miércoles, 2 de diciembre de 2015
Donde quiera que pretendas llegar...
domingo, 22 de noviembre de 2015
Esperanza.
jueves, 27 de agosto de 2015
Agárrala por el culo.
Ella agarra fuerte, estira y cada vez le cuesta más recuperar el pasado. Éste mismo, a su vez, se siente vacío y sólo. Ayer me dijo que si me acompañaba en la soledad de mi noche. Lo rechacé de la manera más descarada en que he rechazado nunca.
Ella agarra las sábanas con sus uñas rojo pasión, como la que corría por la habitación sin echar la vista atrás.
Agarra su pecho como si se lo fuesen a arrancar de cuajo, alegando que no vende ningún alma a ningún diablo y menos a un diablo viejo.
Ella agarra el culo, la copa y desliza sus dedos hacia abajo disfrutando del vaho que deja el hielo; pensando en quién sabe qué, maldiciendo a quién sabe quién.
Agarra una carcajada y la hace suya por un instante o para un tiempo largo. Defiende cualquier suelte de aire con los mofletes elevados y los ojos achinados. Al carajo, con puerta abierta y mayordomo que despida a quien intente discutirle eso que defiende, sus propios postulados.
Agarra sus principios como el que se aferra a una barra de una atracción peligrosa; para no caerse, para mantenerte estable. Escucha relatos de jueves noche o sábado de "tranquis" en cada esquina, cogiendo aquello que pueda hacerla despertar, cambiar, renovar, pelear... Como el 'eat, sleep, rave, repeat' pero pensando más un sueño común con una ética extraordinaria que en una borrachera colectiva, también extraordinaria.
Agarra esa respiración, que es sólo suya, y la suelta en cada charca que encuentra para que sea libre, sin tapujos ni cárceles. Agarra sus palabras, o se las agarran y oprimen, como aquel que tiene que pedir turno para hablar y temer ser mandado al rincón de pensar por las barbaridades, que a los ojos de ellos, acaba de soltar. El rincón de pensar, donde siempre te encontraba... tan elegante, sonriendo.
Agarra cada sorbo de libertad de expresión que le queda, por aquello de que se quiere lo que no se tiene o lo que se echa un poco de menos.
Agarra su vida y la hace suya.
Le pone nombre (para así cogerle más cariño), le da de comer, la hace sentir viva... En fin. Que sí, que estoy bien. Aunque no se lo crean.
sábado, 22 de agosto de 2015
Sonrisas al verme.
¡Sólo un motivo para llorar y miles que nos faltan para sonreír!
¡Valientes inconformistas!
¡Valientes cobardes!
Sí, vosotros ríos de agua salada que corren y corren, y a la vez renuevan sus aguas siempre, que nunca son los mismos. Unas veces más cristalinos, otros más sucios, otros más llenos de peces...
Odio los ríos. No me gusta correr demasiado para coger una simple hoja que corra con ese agua. Sin embargo, los lagos son bonitos: estables, no tan inmensos como el mar, pero siempre ahí parados con su encanto.
¿Por qué hablamos de naturaleza? Es más fácil hacer una analogía de algo puro con algo puro. ¿Por qué tanta metáfora? La suerte de tu día a día no es tan explícita como queremos que parezca. Las cosas implícitas no son tan complejas, nosotros no somos tan simples, y eso es lo que más me gusta. Simpleza de corazón, complejidad de alma, en esta caja negra de susurros y secretos. La injusticia de lo injusto que unas veces importa y otras no, unas veces frustra y otras no...
¿A quién quiero engañar? Lo injusto nunca pasa desapercibido. Muchas veces, errónemente, acaba siendo ese caso cerrado y abandonado a la suerte de sus días.
Y yo, para abandonarme cuando él también ha sido abandonado a su suerte, siempre prefiero un lago, mi lago. Y él a mí, lo noto. Por aquellas cuatro o cinco sonrisas que le salen siempre a sus aguas al verme, esas sonrisas que dicen: al final, siempre sabremos qué hacer, siempre encontraremos la manera de sacar la cabeza del agua.
- K
domingo, 9 de agosto de 2015
Quizás, quizás, quizás.
la inspiración para crear,
las palabras para que me entiendan,
la musa que adorar...
Quizás te haya perdido.
Quizás lo único que tema es volver a utilizar ese arma letal
para volver a romperme en pedazos,
en golpes de muñeca al escribir,
en tecleos a un ordenador...
Tantas cosas en las que pensar,
tanta injusticia hecha noticia,
tanta falta de humanidad hecha persona,
tanta contaminación hecha planeta...
Y yo aquí,
sin saber qué escribir.
Quizás todo lo que nos concierne
se resume en falta de humanidad y consciencia,
pero aunque me gusten las ideas generales,
hay una base de componentes pequeños detrás.
La ciudad está ahí,
mirándonos con decepción y angustia,
pero en el brillo de sus ojos
se puede ver cierta esperanza.
-Ella piensa que no estamos tan perdidos;
no lo estamos...-
Quizás a veces tenga que tapárselos
y no fallar a su pretensión de mantener esa esperanza viva.
Quizás la noche sólo es eso:
un cierre de ojos momentaneo
que cubre de oscuridad las pequeñas realidades.
Quizás esto se vaya a la mierda,
quizás nos estemos cargando lo que tenemos,
como aquel que cuida sus cosas
con la cautela de un salto a la piscina,
de golpe,
dando planchazo.
Quizás estamos demasiado ocupados con otras distracciones,
quizás yo no tenga muy claro nada de lo que pienso y siento en este momento,
quizás no tenga tanta inspiración ni escriba tan profundo y bien como creía,
quizás expreso cosas que importan bastante poco...
Pero tranquilos,
sólo hablo de posibilidades.
Sólo hablo de unos cuantos 'quizás'.
viernes, 26 de junio de 2015
Baile de disfraces y antifaces.
Las personas de medias confianzas y su moneda para pagar.
El dar la mitad de ti y dejar contento al mundo. O al menos tú sí quedas contento, que eso es lo único que importa.
Intereses propios e intereses fingidos, ambos el modus operandi que viene ahora por defecto.
Unas medio-idas, unas venidas enteras, con todo tu ser para recibir y medio-ofrecer.
¿Eso es lealtad? Eso es realidad.
El descarte del día a día, el pito pito gorgorito a ti también te toca dejar de ser mi mito.
Y así van pasando las páginas de un libro aburrido, las personas en una estación de tren, la oportunidades en la vida...
¿Qué queda?
El dolor intercalado de descartar personas en las que confiabas (a medias).
La decepción de haberte roto delante de cualquier alguien (entero).
sábado, 13 de junio de 2015
¿Qué sabréis tú y el tiempo?
"Los recuerdos, si queman, es en frío. El mismo frío que algún día terminará por apagarlos. Qué paradoja."

Quisiera creer que el tiempo hará que el sol haga que las nubes, que tapan algo tan puro, desaparezcan totalmente, pero, ¿qué sabréis el tiempo y tú? Si habéis ido vagando a ciegas sin saber qué buscábais.
Los valores en esta sociedad parecen lastres, cada día lo son más, y cada día queda más gente que hace que esos valores se queden en una cuneta sin ser recogidos por nadie. Y eso es una pena. Es una pena que no sepáis valorar aquello que tenéis y que sabéis que no vais a encontrar en otro lugar. ¡Bendita sociedad con taras! Ahora entiendo cuando nuestros antecesores se casaban con su primer novio/a; sabían lo debastadora que llegaba a ser una ruptura y tenían en mente la consecuencia de ello y el valorar algo con la cuantía que se merece. Entonces, por favor, no hables de añoranza a esos tiempos, si estás perfectamente acomodado a la actitud descarada de estos. No le hables a la verdad, siendo hipocresía y enredo. Lo que sí habla ahora es el enfado, pudiendo hablar la tristeza de aquellos tiempos en los que el sentimiento rebosaba y los días pasaban con una felicidad del que está en las nubes, con la confianza del que va ciego cogido de la mano del otro, con la complicidad de aquellos que están enamorados y sólo ellos saben de que hablan. La melancolía también quería contar aquellos detalles preciosos que recibía, aquellos abrazos en su momento justo y aquellos tan inesperados, aquellos besos que nunca estaban de más, aquellas palabras de aliento junto a un te quiero que salían cuando más falta hacían, aquellas tardes, noches, días gastados haciendo nada y todo a la vez, aquellas veces en las que no había terminado un día y ya estábamos deseando que empezase el otro para vernos otra vez. Pudiendo hablar todos estos sentimientos, que siempre van a acabar en lágrimas, habla el enfado y la frialdad. Ellos tienen más que decir, más que expresar, más de lo que darse cuenta. Así que, no intentes hablar tú y contarle a todos ellos aquello que contabas y crees que entendías.
No intentes nada, porque no procede.
Al menos ya no.
lunes, 8 de junio de 2015
Supercalifragilisticuespialidoso pensamiento.
¿Una infelicidad auto-inducida? ¿una voz interior que te dice " párate, analízate"? La mente trabaja cada minuto, segundo, milésima, buscando algo de lo que preocuparse, pero no todo tipo de mentes. Aquí aparecen los tipos de persona que yo llamo "Los Follamentes analíticos". Una bendición y una maldición a la vez. A veces pensar demasiado nos hace chocarnos con la realidad y después tener que pedirle perdón; o que simplemente aparezca una realidad en modo fantasma y acabemos dudando de si verdaderamente existe o no. Somos mentes pensantes que buscan encontrar sentido a cualquier tipo de suceso que se nos presente, así que, acabamos creyendo en esa realidad fantasmagórica. Sin embargo, sin pensamientos ni razonamientos, no hay preocupación, ni movilización para una acción. El hecho de pensar en hacer algo es como si realizases aquello que piensas. Y si pensar cosas tristes nos hace estarlo, ¿por qué lo seguimos haciendo? ¿Dejar de pensar de esa manera es un tipo de auto-engaño? ¿Pensar es la luz dentro de la oscuridad de la que hablaba Gustav Jung? Unos dicen piensa mal y acertarás. Yo digo piensa, acierta y sé feliz. Pero un día un viejo y gran amigo me dio una lección: no es cuestión de acertar, se trata de elegir. "Piensa, elige y se feliz. Porque no siempre se acierta, ¿sabes, Cristi? Muy pocas veces en realidad. Pero siempre tenemos que elegir. Todos los días tomamos decisiones (más o menos importantes). Pero, el hecho de estar a todas horas tomándolas, ya debería ser suficiente para que tiremos para adelante con ellas. Eso sí, siempre mirando el lado positivo de todas y cada una". Y ahí, no pude estar más de acuerdo, colega.
- K (& M)
sábado, 30 de mayo de 2015
Paso a paso, sorbo a sorbo.
En estos días me bebo tragos y tragos de vida para darle un poco de energía, pero hay veces que ese chute de vida, repleto de energía, no hace efecto. Te acostumbras al sabor de la energía y dejas de responder a ella. Dejas de responder a la vida o mandas una respuesta que no procede, que no es bien recibida. Todo proceso o actividad tiene un margen de error, toda vida tiene un margen de error: un margen para parar un rato en el suelo mientras vas sobrevolando por el cielo. Lo equívoco está en ocupar ese margen de error más de lo debido. Perdemos completamente el sentido de nuestro propio ser, que paradójicamente es lo que nos rodea. Que vivamos en un contexto es una realidad. Pero a veces se nos olvida esa cuestión; a veces estamos demasiado centrados en que tenemos frío, pedimos algo para taparnos y aliviamos eso, y no nos damos cuenta de que alguien ha dejado sus necesidades y su chaqueta para que tú dejes de pasar frío; a veces nos enfada alguna nimiedad sobre otra persona que "atenta" contra nosotros y no nos damos cuenta de que a veces esa persona también se ha visto atacada por una mala situación sin recibir ningún alivio por nuestra parte; a veces avanzamos pensando que no hemos sido descubridores de la gran verdad absoluta y no nos damos cuenta de que tenemos un conjunto pequeño de certezas que son imprescindibles para seguir con nuestra búsqueda de la gran verdad... Por eso, hace tiempo decidí caminar por la vida con la certeza de que cada paso que doy servirá para algo y que en ese paso contemple todo lo que me ha llevado hasta darlo, y así , nunca fallo.
martes, 5 de mayo de 2015
Tu mejor obra.
-K
jueves, 12 de marzo de 2015
Resaca de vivir.
miércoles, 25 de febrero de 2015
El reloj de la reconsideración.
Sobrevalorar e infravalorar, ambos bombas de relojería. Dar más valor del que merece, dar menos valor del que merece... ¿No estaba la virtud en el término medio? Nos faltan tantos términos medios y nos sobran tantos extremos que nos hacen dar pasos en falso, caer hondo y sin cuerda para volver a subir. Pero. ¿sabes qué? De eso aprendemos, te lo juro, lo hacemos; como nunca antes lo hemos hecho. Volvemos al principio: ausencia para que podamos otorgarle el valor que merecía a aquello que nos falta. Y aquí estamos perdidos... lo hemos perdido.
lunes, 9 de febrero de 2015
Un papel en el fuego.
domingo, 1 de febrero de 2015
Exhalar.
Dejamos un ratito para que nuestros deseos más profundos se juntasen. Dejamos un ratito para unir nuestros corazones desnudos. Sin influencias, sin ideas que interfiriesen, sin nada. Naturaleza pura del sentir, una tregua para nuestras almas. El verdadero sentimiento. Pequeño momento de escape, antes de volver a la bofetada de la realidad.-K











