viernes, 26 de junio de 2015

Baile de disfraces y antifaces.

Las personas de medias confianzas y su moneda para pagar.
El dar la mitad de ti y dejar contento al mundo. O al menos tú sí quedas contento, que eso es lo único que importa.
Intereses propios e intereses fingidos, ambos el modus operandi que viene ahora por defecto.
Unas medio-idas, unas venidas enteras, con todo tu ser para recibir y medio-ofrecer.
¿Eso es lealtad? Eso es realidad.
El descarte del día a día, el pito pito gorgorito a ti también te toca dejar de ser mi mito.
Y así van pasando las páginas de un libro aburrido, las personas en una estación de tren, la oportunidades en la vida...
¿Qué queda?
El dolor intercalado de descartar personas en las que confiabas (a medias).
La decepción de haberte roto delante de cualquier alguien (entero).

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