La
mayoría del tiempo siempre te encontrarás a alguien que no te deje
alcanzar los 300km/h y despegar, incluso intentarán no dejar que te
eleves ni un poquito, les sabrá mal hasta que camines a su misma altura
pero por distinto camino. El arte de querer que otros vivan de la manera
en la que nosotros viviríamos, en realidad no es un arte. Arte es
dejarte el alma en lo que creas, creando algo nuevo, o no tan nuevo;
intentando llenar almas terrenales, o no tan terrenales; arte es disfrutar con lo que haces y hacerlo bien; arte es un suspiro en una
noche de agosto viendo las estrellas. Lo que tengo claro es que, no
dejar caminar a alguien por su propio sendero y realizarse, no es arte. Y
yo, que soy una admiradora de esa virtud de la humanidad, no voy a
dejar que me chafen la obra.
-K

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