Cuando las noches y el café te ayuden a pensar,
Ya no seré tuya;
Cuando tus inteligencias inquietas,
Todas ellas casi capaces de hablar,
Quieran expresarse,
Ya no seré tuya;
Cuando invadas la piel de cada ser
Ayudándole a articular,
A fallar, a disfrutar, a soñar,
Ya no seré tuya;
Cuando tu respeto, a ti como ser y esencia,
Te haga no empuñar,
Ya no seré tuya;
El sueño de aquel anciano
No contemplaba ninguna posesión,
Aparte de un corazón en mano
Y ninguna intención podrida.
Entonces, quiere decir que algún día,
Remoto o no,
¿No fui tuya?
Crees que, si vuelvo a no ser tuya,
¿Lamentarán los años de libertad?
-K.
No hay comentarios:
Publicar un comentario