Las personas de medias confianzas y su moneda para pagar.
El dar la mitad de ti y dejar contento al mundo. O al menos tú sí quedas contento, que eso es lo único que importa.
Intereses propios e intereses fingidos, ambos el modus operandi que viene ahora por defecto.
Unas medio-idas, unas venidas enteras, con todo tu ser para recibir y medio-ofrecer.
¿Eso es lealtad? Eso es realidad.
El descarte del día a día, el pito pito gorgorito a ti también te toca dejar de ser mi mito.
Y así van pasando las páginas de un libro aburrido, las personas en una estación de tren, la oportunidades en la vida...
¿Qué queda?
El dolor intercalado de descartar personas en las que confiabas (a medias).
La decepción de haberte roto delante de cualquier alguien (entero).
viernes, 26 de junio de 2015
Baile de disfraces y antifaces.
sábado, 13 de junio de 2015
¿Qué sabréis tú y el tiempo?
"Los recuerdos, si queman, es en frío. El mismo frío que algún día terminará por apagarlos. Qué paradoja."

Quisiera creer que el tiempo hará que el sol haga que las nubes, que tapan algo tan puro, desaparezcan totalmente, pero, ¿qué sabréis el tiempo y tú? Si habéis ido vagando a ciegas sin saber qué buscábais.
Los valores en esta sociedad parecen lastres, cada día lo son más, y cada día queda más gente que hace que esos valores se queden en una cuneta sin ser recogidos por nadie. Y eso es una pena. Es una pena que no sepáis valorar aquello que tenéis y que sabéis que no vais a encontrar en otro lugar. ¡Bendita sociedad con taras! Ahora entiendo cuando nuestros antecesores se casaban con su primer novio/a; sabían lo debastadora que llegaba a ser una ruptura y tenían en mente la consecuencia de ello y el valorar algo con la cuantía que se merece. Entonces, por favor, no hables de añoranza a esos tiempos, si estás perfectamente acomodado a la actitud descarada de estos. No le hables a la verdad, siendo hipocresía y enredo. Lo que sí habla ahora es el enfado, pudiendo hablar la tristeza de aquellos tiempos en los que el sentimiento rebosaba y los días pasaban con una felicidad del que está en las nubes, con la confianza del que va ciego cogido de la mano del otro, con la complicidad de aquellos que están enamorados y sólo ellos saben de que hablan. La melancolía también quería contar aquellos detalles preciosos que recibía, aquellos abrazos en su momento justo y aquellos tan inesperados, aquellos besos que nunca estaban de más, aquellas palabras de aliento junto a un te quiero que salían cuando más falta hacían, aquellas tardes, noches, días gastados haciendo nada y todo a la vez, aquellas veces en las que no había terminado un día y ya estábamos deseando que empezase el otro para vernos otra vez. Pudiendo hablar todos estos sentimientos, que siempre van a acabar en lágrimas, habla el enfado y la frialdad. Ellos tienen más que decir, más que expresar, más de lo que darse cuenta. Así que, no intentes hablar tú y contarle a todos ellos aquello que contabas y crees que entendías.
No intentes nada, porque no procede.
Al menos ya no.
lunes, 8 de junio de 2015
Supercalifragilisticuespialidoso pensamiento.
¿Una infelicidad auto-inducida? ¿una voz interior que te dice " párate, analízate"? La mente trabaja cada minuto, segundo, milésima, buscando algo de lo que preocuparse, pero no todo tipo de mentes. Aquí aparecen los tipos de persona que yo llamo "Los Follamentes analíticos". Una bendición y una maldición a la vez. A veces pensar demasiado nos hace chocarnos con la realidad y después tener que pedirle perdón; o que simplemente aparezca una realidad en modo fantasma y acabemos dudando de si verdaderamente existe o no. Somos mentes pensantes que buscan encontrar sentido a cualquier tipo de suceso que se nos presente, así que, acabamos creyendo en esa realidad fantasmagórica. Sin embargo, sin pensamientos ni razonamientos, no hay preocupación, ni movilización para una acción. El hecho de pensar en hacer algo es como si realizases aquello que piensas. Y si pensar cosas tristes nos hace estarlo, ¿por qué lo seguimos haciendo? ¿Dejar de pensar de esa manera es un tipo de auto-engaño? ¿Pensar es la luz dentro de la oscuridad de la que hablaba Gustav Jung? Unos dicen piensa mal y acertarás. Yo digo piensa, acierta y sé feliz. Pero un día un viejo y gran amigo me dio una lección: no es cuestión de acertar, se trata de elegir. "Piensa, elige y se feliz. Porque no siempre se acierta, ¿sabes, Cristi? Muy pocas veces en realidad. Pero siempre tenemos que elegir. Todos los días tomamos decisiones (más o menos importantes). Pero, el hecho de estar a todas horas tomándolas, ya debería ser suficiente para que tiremos para adelante con ellas. Eso sí, siempre mirando el lado positivo de todas y cada una". Y ahí, no pude estar más de acuerdo, colega.
- K (& M)