martes, 1 de noviembre de 2016

"Cómodo. Sagrado. Adiós."

Adíos cauteloso, paradoja de todo lo sonoro que desprendía como si lo malgastase.
Y los espectadores, actores de segunda, con la risa de alguien que cree que ha triunfado, lloran.
Sin causa, con pausa, con cara confusa, lloran.
Un reloj desciende contabilizando cada gota, necesidad que quedó en nada con un giro de manecilla.
Todo seco. Ojos secos.
Todo mojado. El ambiente encharcado.
Todo claro. El presente cristalino.
Al final todo significó algo. ¿Al final "todo" significó "algo"?

                                                                                                                             -K.

No hay comentarios:

Publicar un comentario