jueves, 12 de septiembre de 2013

Hasta la vista, compañeros. (FDQ)

Qué mierda lo de empezar una nueva vida, ¿eh? De repente te encuentras con que todo aquello que tenías, como por arte de magia, te es arrebatado de tu lado. Pasaste cosas inolvidables con ellos. También cosas olvidables, pero que al fin y al cabo te hicieron crecer y ser como eres, hicieron de ti una persona totalmente curtida, que comete errores sí, pero que sabe enmendarlos. El camino fue difícil: había baches, curvas, cuestas... pero siempre estaban allí esas personas que te ayudaban a asfaltar lo para poder seguir adelante. Había falsos amigos con falsos materiales para ayudarte, pero eso te ayudaría a aprender, tarde o temprano, que no cualquiera podría hacer ese trabajo, que a veces aquellas personas que menos piensas, son las que más mellan harán en ti. Esas personas que compartían rutina contigo y por las que acostumbrabas a un tipo de vida, que en cuanto te faltase, por muy aburrida o monótona que pareciese siempre, resulta que será aquello que más eches de menos. Esa rutina que hacía que tu día a día fuese igual, o parecido, con algunos cambios, sorpresas, cosas inesperadas... pero después de todo, una monotonía compartida con ellos. Finalmente, después de miles experiencias y miles de historias con una infinidad de personas, te quedarás con las mejores , las que te han hecho sentirte tan bien, que a su falta quede un vacío dentro de ti en forma de recuerdo. Hay que seguir adelante sí, viviendo nuevas aventuras, ganando nuevas amistades... Pero yo os diría una cosa: NUNCA, y repito, NUNCA, olvides aquello que te ha acompañado en penas y alegrías, porque a pesar de la distancia o a pesar del tiempo que pase, tu corazón revivirá ese sentimiento como si ese ayer nunca se fuese, como si esas personas volviesen a estar compartiendo contigo eso que que llamamos rutina.




 PD: Aquello que hace mella en tu corazón, nunca se olvida. (FDQ)
    -K